¿Todavía es necesario presentar Aix-en-Provence? Antigua capital de Provenza en el siglo XV, meca del arte y la literatura, Aix es una ciudad con una vida cultural siempre floreciente. Con su magnífico patrimonio, perfectamente conservado y restaurado, la ciudad sigue siendo una de las más atractivas y visitadas de Bouches-du-Rhône. En un entorno excepcional, bajo la protección de la Montaña de la Sainte Victoire, rodeada de magníficas bastidas provenzales que reinan en un paisaje preservado, Aix-en-Provence extiende su riqueza.

Una joya cultural en el corazón de Bouches-du-Rhône

Aix-en-Provence: una ciudad llena de riquezas culturales

Fundada por los romanos en el año 122 a.C., solia llamarse Aquae Sextiae (aguas del Sextius). Su creación se debe a la necesidad de garantizar la seguridad del comercio entre Roma y Marsella. La ciudad creció rápidamente y se convirtió en un símbolo de la cultura romana en la Galia. Prueba de su importancia es el teatro y las murallas. En 1189, los Condes de Provenza decidieron instalarse allí para convertirla en su nueva residencia. Esto dio a la ciudad el apodo de "Capital de Provenza" y aumento su expansión. La instalación del rey René en el siglo XV marcó el apogeo de la ciudad, que siempre ha conservado el título de "ciudad del rey René". Esta figura histórica es ampliamente mencionada y celebrada actualmente en la ciudad. Hoy en día, Aix en Provence es uno de los pueblos más bellos de Provenza.

Pintores, escritores, artistas han declarado su amor a la ciudad de Aix-en-Provence.

El pintor Paul Cézanne nació y vivió toda su vida en Aix-en-Provence. Muerto en 1906, el pintor francés, figura del movimiento impresionista, es hoy considerado como uno de los precursores del cubismo. Los paisajes de Aix de su infancia fueron sus principales fuentes de inspiración, en particular la montaña de Sainte Victoire, de la cual realizó varias pinturas, y los paisajes de los pueblos provenzales circundantes. El amigo de infancia de Cézanne, Emile Zola, pasó allí sus primeros 18 años. Las huellas de Cézanne están por todas partes, es imposible visitar la ciudad sin encontrarse de una manera u otra con el famoso pintor.

Otros grandes nombres de la literatura o de la pintura han sucumbido al encanto de la ciudad: Guiguou, Frédéric Mistral, Blaise Cendars....

El lema "ciudad de agua, ciudad de arte" resume bien Aix-en-Provence y no son los numerosos eventos culturales programados a lo largo del año los que lo contradicen. Teatros, festivales y otros encuentros artísticos marcan la ciudad durante todo el año. Cada verano, el Festival Internacional de Arte y Música Lírica presenta un cartel prestigioso y reconocido.

Aix-en-Provence: un patrimonio arquitectónico que no hay que perderse

Verdadero museo al aire libre, el centro de la ciudad es una oportunidad para pasear, caminando por sus callejuelas animadas y pintorescas. El famoso Cours Mirabeau fue construido en el siglo XVII sobre las murallas. En su extremo oeste, tendrán el placer de descubrir una fuente majestuosa, la Fontaine de la Rotonde, que data de 1860. Siéntanse libres de pasar por uno de los muchos cafés o cervecerías en el Cours o en el casco antiguo. Aix-en-Provence también cuenta con un gran número de restaurantes que, sin duda, les daran hambre. Los mercados y otras pequeñas tiendas con encanto abundan y son constantemente una oportunidad para descubrir artesanías originales o tradicionales. También es un lugar perfecto para los entusiastas de las compras que encontrarán muchas tiendas concentradas en los callejones de la ciudad. Si están de vacaciones en Provenza, no podrán visitar la region sin pasar un día en Aix.

Y para los que quieran pasar varios días allí, ¿han pensado en alquilar sus vacaciones en apartamentos de hotel o en residencias de vacaciones que cambien un poco de hotel?

Disfrutar de las veladas de Aix

Ciudad estudiantil, Aix es mucho más nocturna que su hermana mayor foceana. Las fiestas son numerosas y los estudiantes y la burguesía local se mueven y se mezclan. Muchos clubes nocturnos aseguran la continuidad hasta el final de la noche. Acogedora en todas las épocas del año, Aix-en-Provence es una ciudad por descubrir o por redescubrir.

Paul Cézanne: el pintor emblemático de Aix-en-Provence

"Cuando estaba en Aix, me parecia que estaría mejor en otro lugar, ahora que estoy aquí, me arrepiento de Aix... Cuando nacemos allí, se acabó, ya nada importa".

Paul Cézanne, nacido en 1839 en Aix-en-Provence, era de familia rica, su padre tenía una sombrerería en Cours Mirabeau y luego fundó un banco. Comenzó a estudiar derecho sin ningún entusiasmo real y tomó clases de dibujo. Hizo todos sus estudios en Aix, donde adquirió una sólida cultura clásica. A medida que su vocación artística comenzaba a tomar forma, decidió tomar clases de dibujo en París, donde conoció a Pissaro y Guillemin. El que iba a ser considerado como uno de los padres de la pintura del siglo XX, suspendió el concurso de la Escuela de Bellas Artes de París. Volviendo a Aix para trabajar en el banco paterno, decidió rápidamente volver a París, esta vez con la idea definitiva de convertirse en pintor. Pintor autodidacta, alternaba entre París y Aix. Sus primeras obras eran de mala calidad y no tenían nada que ver con las de sus colegas impresionistas.

Primeros trabajos impresionistas

A partir de 1863, Cézanne proponía regularmente cuadros al jurado del Salón Oficial de París, todos rechazados sistemáticamente. Sus pinturas ya muestraban una gran variedad en la elección de temas. Siguiendo el ejemplo de Pissaro, se dedicó al paisaje sobre el motivo y se sumergió en el camino impresionista. Compartia con los otros impresionistas la preocupación por una representación exacta de la naturaleza. Pissaro consiguió que Cézanne participara en la primera exposición impresionista en 1874. Desgraciadamente , sus obras fueron muy mal recibidas, y por eso Cézanne se negó a participar en la segunda edición. Para la tercera exposición en 1877, sus pinturas fueron ignoradas por el público, que las encontraba pesadas y toscas en la fabricación, Cézanne fue muy maltratado por la crítica. Destruido y profundamente afectado, se distanció de sus amigos y se alejó de las exposiciones impresionistas.

En 1886, se distanció de su amigo de infancia, Emile Zola, porque se identificaba con el personaje principal de "L'oeuvre", en la que un pintor corría en vano detrás de la obra de su vida. El mismo año, la muerte de su padre le permitió tener una herencia que lo protegerá permanentemente de la necesidad.

La consagración

El punto de inflexión se produjo en 1895, cuando un joven marchante organizó una retrospectiva en la que se presentaron 150 obras de Cézanne. Fue entonces cuando fue descubierto y se convirtió en un modelo de referencia para los jóvenes artistas. El reconocimiento se multiplico y su reputación seguirá creciendo. Pero la verdadera revelación llegó más tarde: casi cien años después, en 1995, con la exposición celebrada en París en el Grand Palais y también en Londres.

En Aix, no se pierdan el paseo " en los pasos de Cézanne ", un recorrido marcado con la letra C que atraviesa la ciudad a través de los lugares frecuentados por el pintor. También es posible visitar el estudio de Paul Cézanne para sumergirse en sus objetos familiares y experiencias artísticas.

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